¿Qué le parecen los esfuerzos de la comunidad internacional para lograr que usted y su especie continúen reproduciéndose?
Indignantes. No hay forma de lograr una erección en público con la mirada del mundo puesta en el desempeño sexual de uno. Te empieza a jugar la cabeza. Además, yo no estoy en esa fase de la exploración sexual en la que necesito la adrenalina de mirar o ser mirado para excitarme. A mí me hace sentir sucio, como un actor porno que complace las fantasías zoofílicas de los conservacionistas. ¡Probá vos a ver si es fácil, intentá penetrar a una semidesconocida en un cuarto lleno de gente pendiente de tu éxito o fracaso!
Se han gastado miles de millones de dólares por año para lograr que sigan reproduciéndose. ¿Cree que por allí está la solución?
Mirá, no es un problema de plata. Con menos de 1% de ese dinero puedo contratar a la osa panda más cachonda y excitante del mundo, con servicio completo y todo ese asunto de la “panda girlfriend experience”, pero no cambia nada. No tengo deseo alguno, ni yo ni mis congéneres, de perpetuar esta especie.
¿Por qué?
Porque hemos encontrado que la vida es para nosotros una aventura sin sentido. Nacer, comer bambú, excretarlo, sobrevivir, comer bambú, excretarlo, encontrar pareja, reproducirse, dormir, comer bambú, excretarlo. ¿Para qué? ¿Qué vida plena es ésa para una especie? No, viejo, ocupate de la falta de deseo sexual de tu señora, no de la mía.
¿Está sirviendo de algo la técnica de mostrarles videos de osos panda copulando?
Pero, ¿qué pasó acá? ¿Me dormí en el bosque de Qinling y me desperté en un hotel de alta rotatividad pedorro? Es humillante. Poneme Kung Fu Panda si querés que pase un buen rato, pero no me pases pornografía. Y no me tires hembras panda a la jaula todos los días, no las cosifiques de esa manera. Ya sé cómo se hacen las crías, pero resulta que no quiero. ¿Y sabés qué? No me trates de pelotudo poniendo hormonas femeninas en la caña de bambú, porque me doy cuenta, y no me inyectes más químicos estimulantes. Lo único que lográs es que yo surta a la osa o que la osa se ponga violenta y me surta a mí. Dejame extinguirme en paz, loco.
Pero a la gente le causa ternura ver una cría de oso panda…
Y a mí me causa ternura que los chinos no se permitan reproducirse entre ellos pero me pidan a mí que insemine a cualquier hembra que vea. Viva la política del panda único.