Texto: Facundo Franco
Antonio Peirano, ahora egresado de Secundaria, militó durante 2015 en el gremio estudiantil del Liceo Zorrilla.
—¿Cómo evaluás lo ocurrido en 2015?
—Fue un año de gran concientización para el grueso de los estudiantes de secundaria. La educación pasó a tema de debate en más lugares. La lucha por el 6% del presupuesto siempre había estado pero no se había llegado a tal punto en el que se involucraran tanto los estudiantes. Hasta entonces, había sido mayormente una cosa de los profesores. Nuestro centro salió muy reforzado. Se cuestionaron muchas cosas del funcionamiento actual de los gremios, de la forma en que se organizan, para buscar la mayor participación posible y que sean lo más representativos y democráticos. Quedó con mucha gente, mucha gente que está saliendo del liceo con ganas de meterse en la FEUU. Hubo un enriquecimiento para todos los gremios de secundaria y para los gremios en general.
—¿Sigue organizado el movimiento estudiantil?
—El año pasado se intentó generar una federación de estudiantes de enseñanza media, a nivel nacional, pero no se terminó de llevar a cabo. Hay un estatuto a medio hacer y sigue encaminado porque hay compañeros que lo van a seguir trabajando. Recibieron muchos mensajes de compañeros del interior, que generaron nuevos gremios. Además, crecieron los que ya había. Empezó a haber más consciencia en los liceos del interior. Al encuentro para hacer la organización a nivel nacional vino bastante gente del resto del país, pero sobre todo de la costa.
—¿Qué te pareció la actuación del gobierno?
—El año pasado el gobierno fue muy inefectivo, actuó de manera pésima en todo sentido, no ofreció suficientes ámbitos de negociación. En lo que pasó en el Codicen, ni qué hablar. Fue un accionar completamente innecesario: un gobierno que toma la decisión política de reprimir. No aprobamos el accionar del gobierno en ninguna parte de la huelga. También estuvo el decreto de esencialidad. Son cosas que hacen que no haya más diálogo. Porque se estaban perdiendo clases, pero como se pierden todos los años.
—¿Y el decreto de esencialidad?
—No se sabe si lo usaron para sacar de la agenda los reclamos presupuestales o si en el Codicen volvieron a meter la pata. Ellos esperaban que se cortara el debate cuando decretaran la esencialidad y se les fue todo al carajo. Uno de los mayores problemas es haber puesto a María Julia [Muñoz], que nada tiene que ver con educación, y demuestra que lo que está buscando el Frente Amplio es que los números den bien y puedan publicarlo en el diario.
—¿Notaste alguna diferencia entre la actuación del gobierno y la de ANEP?
—A pesar de todo, las autoridades de ANEP entienden un poco más lo que está pasando. Cualquier persona que esté en el Ministerio de Educación y a la que le importe el tema educación tuvo que haber renunciado o pronunciarse muy fuertemente en contra. Las renuncias en el Ministerio fueron correctas y debería haber más. La gente de la ANEP, no todos, pero el Codicen de la ANEP, no se portó tan mal, a excepción del evento del Codicen, cuando del único del que se recibió apoyo fue de Néstor Pereira, electo por los docentes. Wilson Netto no se comunicó, Laura Motta destrató mucho. De todas maneras, tienen un poco más de idea de dónde están parados.
—¿Qué expectativas hay para 2016?
—Van a intentar tapar todo con moco. Que los niños vayan a la institución, que se va a utilizar como un sistema de contención, porque parece que lo único que importara es que se cumpla con los días de clase. No se sabe si se mide y se inspecciona, cómo y quiénes me están educando, si las cosas están saliendo bien. Eso no se mide, se mide la cantidad de días.
—¿No habrá lugar para las reivindicaciones estudiantiles entonces?
—Hasta el momento no se está viendo que vayan a hacer nada nuevo que pueda llegar a ser útil. No va a cambiar el método de inspección docente, no va a haber grandes planes para hacer edificios. Nosotros no sólo hablamos de cosas que se arreglan con presupuesto, también hablamos de mejores sistemas de suplencias, de una calificación docente distinta, de la suba de grado por oposición y méritos. Lo único es que parece que quieren volver a fusionar liceos de ciclo básico y de segundo ciclo. Van a hacer una prueba piloto con el Liceo Zorrilla y el No 5. No estoy en contra de que lo hagan, pero no se sabe qué es lo que quieren lograr.