11/05/2026
Al fin encontré el de 2026. Esto de andar viajando con decenas de diarios en la mochila para cada año fue una idea impráctica. Creo que con uno alcanzaba. Cincuenta, 60 diarios, semivacíos. Me duele la espalda y tengo un cansancio de la masita. La idea de hacer el vehículo inflable no solamente fue buena para no andar dejando la evidencia estacionada sino porque, mientras no lo desinflo, puedo echarme una siestita adentro. Total, no hay nadie alrededor. ¿Dónde estaré? La idea de programarlo para caer aleatoriamente en cualquier lugar del territorio uruguayo capaz que no fue taaan buena. Campo, vacas, campo, vacas. Hubiera sido demasiada suerte caer justo en un lugar con más de cuarto casas juntas.
PD: La mochila es una Jansport, ¿no será muy 2000? Ya era medio inverosímil andar usándola en 2015. Me van a descubrir.
20/08/2026
No es que me haya dormido una siesta de tres meses. Sólo que el vehículo falla, empieza a sacudirse, anda solo. Por lo que veo en el Indicador, viajé tres meses. Nada mal. A veces me deja un par de horas o 20 minutitos después.
Anda un poco mal el Indicador, sí, pero viaja en el tiempo. Hace unos días (11 años, para ser más preciso) lo presenté en mi tesis final. Fui el hazmerreír. Me paré enfrente de todos con este aparatito, que parece tipo una radio despertador de los 80, y empecé a inflarle el vehículo alrededor. Todos los listillos grado 5 aguantando la risa. No quiso andar. Me pusieron un 2: “Era un 1, pero va un punto extra porque nos hiciste cagar de la risa”, dijo Mancuso.
Chupá, gil. Acá estoy. En 2026. Viajando solamente porque funciona.
PD: Mirá, Mancuso, me voy a 2030. En el mejor de los casos falleciste y te perdés el Mundial.
10/07/2030
Creo que caí en la periferia de Montevideo. Está divino para caminar hasta la ciudad. Tengo miedo de cagarla con eso de las paradojas. Parece que cualquier cosita que haga puede cambiar el pasado, el futuro, se arma un relajo temporal bárbaro. Pero lo cierto es que estoy aburrido…
Llegué al Centro. Por Fernández Crespo, los techitos verdes y el 370 destino Cerro hasta la manija. Está todo en orden. A la gente le sorprende la bolsa del Macro donde guardo mi Indicador y el vehículo desinflado. “Ya no vienen así, las hacen cada vez más chicas. Bolsas del Macro eran las de antes”, escuché que dijo un veterano que hacía fila en el BPS. Repito, está todo en orden. Voy hasta la Plaza Independencia y, en lugar de la estatua de Artigas, está la de Mancuso presentando la máquina del tiempo. Ja, no, mentira.
PD: El Mundial se está jugando en Groenlandia y Uruguay quedó afuera. Josema volvió al país para retirarse en Danubio Sporting, una fusión fallida que está jugando en la Divisional C.
24/08/2015
Me volví un ratito a 2015. Me dio la paranoia con que el último día antes de viajar al futuro no cerré la llave del gas. Estoy haciendo tiempo para no cruzarme conmigo mismo. Aunque si me encontrara conmigo mismo, debería recordar haberme visto. O quizá no, nunca nadie me recuerda. Chequeé la llave del gas y estaba cerrada. La abrí para hacerme un buen mate de cara a mi próximo viaje al futuro. También tiré la cadena, que la había dejado cargando. Tampoco se va esta vez, pero yo sí me quiero ir.
PD: Miro mi foto familiar, no sea cosa de haberme borrado de la historia y desaparecer de la foto, como en Volver al Futuro. No estaría nada mal: mi cabeza justo tapa las tetas de la prima Fabi.
10/12/2015
Otro punto a favor para mi vehículo inflable: flota en medio del Río de la Plata, donde caí esta vez. Menos mal que el viento está hacia la Rambla. A lo lejos veo la Embajada de Estados Unidos, justo delante de mi casa. Me pregunto si estará vacía, si la habrán alquilado. Si alguien habrá tirado definitivamente la cadena.
Llego a tierra, me gana la incertidumbre (la cadena… la cadena… sigo escuchando en mi cabeza) y camino hacia mi casa. La poca gente que anda por ahí me mira y supongo que es por esto de escribir mientras cruzo la Rambla.
Me detengo a ver los titulares de los diarios: Forlán pide perdón por sus tres golazos en contra que hicieron perder la final a Peñarol. El dólar sigue subiendo.
Pero lo que me sorprende es una foto mía junto a la inscripción: “Sigue prófugo el terrorista árabe-uruguayo que hizo volar parte de la Embajada de Estados Unidos”. Miro hacia la parte trasera del edificio y efectivamente está semiderruida. Los guardias armados que la custodian corren hacia mí. Pienso en la llave del gas y el último mate que me hice. Y en mi tercer apellido árabe. Y en la única foto que me saqué cuando tenía barba, ahora portada de los diarios. Pienso que tengo la coartada perfecta y verosímil de mi máquina que viaja en el tiempo, con Mancuso de testigo.